Transformación Terapéutica



El proceso para la Transformación Terapéutica usa una serie de herramientas de autoconocimiento, combinadas o por separado, con la intención de trascender cualquier tipo de dificultades o bloqueos que podamos experimentar en la vida. 

Entendemos como dificultades cualquier proceso en que se experimente una resistencia a vivir en nuestro estado natural. 

El estado natural de cualquier ser humano es aquel en que se vive y experimentan  el Amor, la Salud, la Paz, la Prosperidad, el Gozo y la Alegría.

Cualquier circunstancia o síntoma que trastorne nuestro estado natural es posible trascenderla poniendo una conciencia clara sobre su origen interno ya que toda nuestra realidad externa está en una intima relación con nuestra realidad interna. 

Cualquier desarmonía de nuestro estado natural , que afecte al amor, la salud, la paz, la prosperidad, el gozo o la alegría se corresponde con un estado inarmónico interno sobre el que es necesario tomar conciencia y responsabilidad.

Nuestra responsabilidad es tomar acción y cambiar ciertas actitudes, creencias y modos que potencian ese estado inarmónico.  De este modo comienza un proceso de transformación que, inevitablemente ha de tener un efecto terapéutico sobre aquellos síntomas o dificultades.  Una vez que la armonía interna se recupera la externa vuelve a florecer.






La transformación es Transcorporal, porque logramos entender el cuerpo y la realidad física, los síntomas y la enfermedad mas allá de la mirada de la medicina convencional, entrando en sus causas psico-emocionales que determinan en primera instancia que la enfermedad se produzca, y entrando en el propósito que la enfermedad tiene para nosotros, porque una enfermedad siempre es una oportunidad de crecimiento espiritual. Solo de este modo es que potenciamos una salud total.

Es Transemocional,  para entender las emociones como un simple mecanismo de comunicación y supervivencia del que es posible soltarse y no quedar atrapados.  Aprendemos a manejar nuestras emociones de una manera equilibrada, sin reprimirlas con corazas y sin que nos embarguen nuestro comportamiento. Eso nos hace libres para amar y ser amados, para disfrutar de la vida y de todos los regalos que nos trae cada día.

Es  Transgeneracional porque todos necesitamos liberar nuestra creatividad y nuestra manera de relacionarnos con el mundo de las repeticiones y los nudos neuróticos que proceden de las costumbres  limitantes  de nuestro árbol psicogenealógico,  Las situaciones de nuestro árbol se repiten en nuestra vida y parecen atraparnos sin querer que nos forjemos nuestro propio camino, pero en realidad solo nos están llamando la atención para que elevemos  la conciencia colectiva de la que también tenemos responsabilidad.  Una vez hecho sto, podemos trascender todas las trabas que el árbol parecía imponernos.

 Y es Transpersonal, para superar la barrera de la  ilusoria identidad de nuestro  ego, de nuestra auto-imagen con la que nos sentimos identificados y de sus voces internas que son las que alimentan nuestras contradicciones. Aprender a observarnos y desidentificarnos de nuestro personaje  nos permite relacionarnos con el mundo con todos nuestros dones naturales, sin necesidad de lucha o esfuerzo, transmutando la frustración en paz, alegría y aceptación. Eso nos lleva a relacionarnos con el resto del mundo con Unidad.

Es por ello que para emprender este camino invitamos a nuestros consultantes a mirarse desde cuatro espejos fundamentales: el cuerpo y el entorno material, nuestra vida y el entorno emocional, la familia y sus creencias y valores, y, finalmente, el Ser y su Propósito depositado en nuestra existencia..

En nuestro trabajo utilizamos estos espejos a conveniencia del consultante, según los síntomas o dificultades que quiera sanar. La  intención es hacer de él o de ella una persona autónoma y responsable de su propio poder, para revertirlo en su proceso de sanación.







Para entender, sanar  y trascender los síntomas que se manifiestan en nuestro cuerpo nos valemos principalmente dle la metodología que nos proporcionan la Bioneuroemoción® y la Medicina del Ser.

Con la Bioneuroemoción cada síntoma que aparece en nuestro cuerpo tiene una explicación fundamental,   un  sentido biológico,  y es que se está contrariando alguno de nuestros instintos animales de supervivencia, protección, acción y relación.  Es por lo que el cuerpo reacciona "irracionalmente"manifestando un síntoma que pueda "suplir" esa carencia.

La única manera de no hacer caso a nuestros instintos es interferir en ellos. El hecho de que los seres humanos hayamos podido desarrollar en tan gran medida nuestra emocionalidad y nuestra racionalidad es lo que nos ha ido apartando de nuestra "animalidad" perdiendo el contacto con nuestros instintos y contrariandolos con nuestras emociones mal gestionadas o nuestras creencias limitantes.

El trabajo con Bioneuroemoción® se dirige a detectar esas emociones en los momentos clave de la vida de los consultantes y desactivarlas mediante técnicas de PNL, hipnosis o sofrología. Así mismo bucea en la relación que las emociones tengan con creencias limitantes que podamos haber adoptado desde la infancia o que hayan sido proyectadas en nosotros a través del árbol psicogenealógico. Esto nos lleva a tomar medidas de ajuste dentro del sistema familiar que nos permiten liberarnos de condicionamientos inconscientes que nos atan a seguir determinados destinos o sufrir determinadas enfermedades o síntomas.

El sentido biológico de la enfermedad, como vemos, explica un sentido emocional y también un sentido psicológico. somos un todo donde lo que sucede en el plano físico acontece también en otros planos.

Con nuestro trabajo con la Medicina del Ser® podemos ir mas allá en ese concepto holístico de tratar al ser humano en su totalidad, en su unidad. Los síntomas y enfermedades también poseen un Propósito o sentido, nos ayudan en nuestro proceso de crecimiento espiritual en el camino de trascender nuestra pequeña realidad mundana para elevar nuestra conciencia y darnos cuenta de nuestra conexión con lo divino que hay en nosotros y que es lo divino que participa de toda la creación.

La vida, nuestra realidad intrínseca, es una proyección holográfica de todo lo que se manifiesta en nuestra conciencia, ya sea de forma consciente, inconsciente o supraconsciente.  Todo lo que sucede en la vida habla de nosotros mismos y nos recuerda nuestra capacidad de ser Creadores de esta, nuestra realidad.  El síntoma, la enfermedad, u otras grandes dificultades que suframos de cualquier índole, son mensajes altos y claros. Son gritos donde la Vida quiere llamarnos la atención de una forma tajante  para equilibrar aquello que en nuestro interior está sufriendo algún tipo de desarmonía. Ese equilibrio restaurado, a la postre, nos devuelve a nuestro camino natural, a ese sentido espiritual, nos alinea con nuestro Propósito de Vida.







Las creencias y emociones que hemos adquirido en algún momento dado de nuestra vida o se nos han inculcado a través de la familia no solo influyen en nuestro cuerpo físico.  Lo hacen en cualquier aspecto con el que nos relacionamos con el mundo. Nuestra manera de ser, de hacer, de amar, de crear.  Todas nuestras experiencias de la más temprana infancia, incluido el tiempo que llevó nuestra gestación y el momento crucial del parto, reforzadas luego durante la niñez hasta la adolescencia y sumadas con las experiencias de nuestra familia están relacionadas con las experiencias que vivimos hoy en día.


Las experiencias de la niñez se han grabado emocionalmente en nuestra psique y  se entrelazan con la herencia psicológica que hemos recibido de todas las experiencias vitales de nuestros ancestros en las últimas cuatro generaciones, a través de sus creencias, sus éxitos y fracasos, sus deseos y sus frustraciones.  

Nos damos cuenta que igual que nosotros tenemos un mundo inconsciente que nos empuja en nuestra manera de vivir la vida, existe un inconsciente familiar colectivo que lo alimenta, con sus experiencias de vida, con sus aciertos pero sobre todo sus fracasos,  sus frustraciones, sus expectativas fallidas, sus creencias limitantes o directamente tóxicas e inoperantes. Este sistema familiar se convierte en un sistema de repeticiones donde podemos estar reviviendo las experiencias frustradas de otros miembros de la familia sin darnos el permiso de vivir la nuestra como queremos. 

Con el estudio del árbol obtenemos un mapa dónde identificar los estos sistemas de creencias impuestos o adquiridos por lazos típicos del clan. Cómo y de que manera los hemos heredado, el “por qué” estamos o nos sentimos bloqueados en nuestros objetivos en la vida. Pero lo mas importante es que llegamos a tomar conciencia de que hay un "para qué", un sentido y un propósito en esa herencia que nos ayudará a liberarnos de esos bloqueos.

A través de nuestro trabajo con  la Metagenealogía jodorowskyna hemos podido ayudar a cientos de personas a soltar estos nudos e incluso ir un poco más allá. Llegamos a desarrollar  la Genealogía del Ego, una evolución del método transgeneracional que nos lleva a comprender como se genera nuestro ego dentro  del árbol, de que capas está compuesto, y como podemos trabajar con el para Ser lo que Somos en realidad y realizar no solo nuestros objetivos o finalidades, sino también nuestros dones naturales.


No buscando víctimas ni culpables en nuestro árbol, podemos ver a nuestros antepasados como meros eslabones de una cadena necesaria para nuestra formación, pero al mismo tiempo inconsciente del papel real que juegan en ella. 

De este modo podemos apiadarnos de ellos y perdonar cualquier error que cometieran, y mas allá del perdón descubrir los tesoros que se ocultan en las viejas limitaciones que en realidad actuaban como potenciadoras de esos mismos tesoros que nosotros venimos a aprender y desarrollar.

En definitiva podemos convertirnos en el mejor fruto de nuestro árbol.







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Para culminar el trabajo usamos la perspectiva única que nos ofrece la Decalogía de lo Esencial.  Este es un cuarto espejo que nos da de una manera muy sencilla y certera un mapa de como actúa nuestro comportamiento siguiendo el paso de una serie de arquetipos  que aloja nuestro Ser. Las lineas argumentales que definen nuestra manera de ser, actuar y relacionarnos. Estos arquetipos se manifiestan en todos los ámbitos de nuestra vida, pero normalmente de una forma inarmónica

Existen diez arquetipos básicos que resumen en ellos diez maneras esenciales de evolucionar a través de la vida.  Son arquetipos que han reconocido todas las culturas de todos los lugares del mundo de todas las épocas y han sobrevivido a través de las mitologías, las religiones y las artes esotéricas. Esos Arquetipos pertenecen a la psique global de la humanidad y sus manifestaciones han sido comprendidas y grabadas en nuestro inconsciente durante siglos.

Estos Arquetipos se hallan inscritos sincrónicamente en un detalle de nuestra realidad personal tan sencillo como es la fecha de nacimiento.  A través de nuestros conocimientos sobre Simbología, Tarot y Numerología hemos llegado a comprender que dentro de la fecha de nacimiento hay un nuevo tesoro,  un diamante donde se reflejan las características básicas de la personalidad y el carácter, con nuestras luces y nuestras sombras. Un montón de aspectos que traemos a la vida "en bruto" y que podemos pulir hasta hacerlos brillar como una autentica joya. La Decalogía de lo Esencial es la forma mas directa y sencilla de conocerse a uno mismo que hemos experimentado hasta la fecha y es fruto de nuestra propia experiencia personal de búsqueda.












Para llegar a ello debemos emprender un camino de Transformación. Igual que la oruga se rinde a su destino para poder desarrollar todo su potencial de mariposa, el destino del ser humano pasa por una serie de retos que normalmente percibimos como dificultades pero que no son otra cosa que la frontera que nos separa de nuestro propio potencial, un portal para acceder a SER lo que REALMENTE SOMOS.  

Éste es un trabajo muy profundo que dará a tu vida una perspectiva nunca vista, una visión enormemente poderosa para convertirte en dueño/a total de ti mismo/a, para ser el/la creador/a de tu propio destino.