martes, 21 de enero de 2014

Una visión, un propósito.

"Soñé que vivía en un lugar donde existía un grupo de mujeres llamado 'Las Mujeres Alimentadoras' y yo era una de ellas. Nuestra tarea consistía en ir en grupos por los campos y los corrales, con los pechos desnudos cogidos con las manos. Los íbamos apretando y salían chorros de leche con los que regábamos las cosechas y los animales y así fertilizábamos y nutríamos todo. Yo me sentía absolutamente feliz y plena. Dichosa en mi propósito, realizándome en ese acto de amor y nutrición."

Es hermoso y revelador comprobar las formas en las que la Vida nos apoya y nos proporciona la información que necesitamos. Constantemente nos regala atisbos, intuiciones y visiones para que no nos perdamos de nuestro camino. A veces esto ocurre de forma muy clara, a veces bruscamente, y a veces con pequeños y sutiles guiños. 

En ocasiones los mensajes nos parecen confusos o incomprensibles para nuestra mente, y nos empeñamos en construir un diccionario que traduzca los símbolos y nos facilite la comprensión que parece que se nos hurta. 

Esta aparente falta de claridad, lejos de ser una complicación, es una invitación a que nos pongamos en confianza. A que aceptemos que la Comprensión no se produce en el lugar que esperamos y que esta clase de conocimiento no es intelectual. 

Se nos está invitando a confiar en nuestro Ser, ese núcleo de Conciencia Pura que somos, donde estamos integrados y somos Uno con el Todo. Se nos invita a confiar que ahí sí recibimos el mensaje en toda su profundidad y que la información ya está disponible para cuando sea necesaria, aunque no se traduzca en las palabras y conceptos precisos que entiende la mente.

Con ese acto de confianza, tendemos un puente. Abrimos el canal que va a permitir que ese conocimiento fluya y esté disponible también en el plano de la materia, de la dualidad y de la vida cotidiana, donde tomamos las decisiones y elecciones que nos pueden orientan a favor de lo que Somos y permitirnos experimentar la Facilidad y la Plenitud también en este plano.

"La Luz en Mí". Acuarela de Delia Govantes, 2010.

Dentro de Dentro

Intento ahora
volver abajo
volver dentro de dentro
y hallarme,
tocarme,
Volcarme en mí.
Tumbarme en la tierra húmeda
(matriz, huevo, esencia)
y escarbar con las uñas
y con los dedos.
Morder la tierra y allí
poner una semilla
palpitante
pulsante
viviente.
Sentarme encima
acurrucarme hasta sentir,
que ya soy árbol en mi propio centro
futuro, potencia
ramita mas pequeña
frágil embrión.
Y entonces crecer,
crecer hacia fuera
Hacia el futuro que siempre me ha aguardado
y que a veces parecía inalcanzable
Y desplegarme entonces
desde el fondo de mí,
allí donde reconozco mi cuerpo
para abrir los brazos
y ser un árbol
grande
hermoso
humano.
Y de pronto
Es primavera hoy. 

Ilustración: Semilla de Consciencia. Poema: Dentro de Dentro.
Por Delia Govantes