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lunes, 1 de abril de 2013

Tres grandes noticias sobre la espiritualidad (2)


"Solo camino con Todo", fotografía de Delia Panpahoy, 2013.

La espiritualidad es laica. 

El laicismo consiste en mantener la independencia de las instituciones religiosas. Las instituciones religiosas, las distintas Iglesias y confesiones del mundo son organizaciones que se han construido para ejercer un poder. Este poder puede ser meramente moral y social o  o a menudo también cultural, económico y político.  Aunque han nacido al amparo de las experiencias espirituales de grandes hombres del pasado (Lao Tse, Buda, Cristo, Mahoma, Shankara, etc.) su intención no ha sido facilitar la experiencia espiritual del pueblo, sino regular y legislar la moral y las costumbres de acuerdo a unas enseñanzas que en mucho o en poco han terminado por ser malinterpretadas para adecuarlas a su ejercicio de poder.

La principal causa de la malinterpretación es que los lideres religiosos en su mayoría no han accedido a vivir su propia experiencia espiritual, sino que se han quedado en lo externo, en las palabras, en el mito. Esa superficialidad ha permitido adecuar determinadas enseñanzas espirituales al deseo de poder y control sobre las masas.

Aun así en cada gran confesión han perdurado escuelas mas o menos minoritarias que proponen una vía hacia la experiencia espiritual. Tales son el misticismo cristiano, el sufismo islámico, el zen  budista, el vedanta advaita hindú o la cábala judía (y otras muchas). Estas escuelas han podido sobrevivir al inmenso poder de las religiones porque en mayor o menor medida se han sometido a la rigidez normativa de la institución respectiva en la que están encuadradas.

Cualquiera que esté en camino de vivir su propia experiencia espiritual puede optar por vivirla siguiendo alguna de estas escuelas, y muchos de ellos se sentirán seguros y cómodos en sus preceptos un tanto rígidos. Con el tiempo algunos de ellos accederán a vivir su experiencia espiritual siguiendo esos caminos que en muchos casos recurren a una normativa severa, a una disciplina estricta y a una fe determinada sobre  visiones del mundo y observación de dogmas que provienen de la interpretación de sus maestros. Son caminos aun válidos para la experiencia, pero surgieron en otras épocas, en otros momentos distintos de la evolución de nuestra conciencia. Es por eso que sus normas, su disciplina y sus dogmas pueden ser disonantes con nuestro tiempo actual y resultar estériles para muchos que se aventuren a buscar su senda en dichas escuelas.

La buena noticia es que la espiritualidad es laica, no depende de determinadas normas ni dogmas, ni de lideres religiosos ni maestros. En la época de la información tenemos la capacidad de absorber todas las perspectivas y crear nuestra perspectiva propia.

Si admitimos que somos un vehiculo del Ser, entonces nuestro cuerpo es nuestro templo y nuestra visión conjugada con nuestra intención y nuestro amor puede ser nuestra Iglesia.  De este modo nuestra conciencia al honrar a lo divino, en su templo y en su Iglesia se convierte en el sacerdote que oficia cada día en el mundo y hacia el mundo. Y nada tiene que ver eso con una visión egocéntrica de la realidad, al contrario, se trata de aceptar que lo divino, lo Esencial, ocupa el centro de todas las personas y las cosas. 

Cada uno es sacerdote, templo, Iglesia y Dios y todos somos lo mismo. Cada uno sigue su camino en solitario, pero todos los caminos confluyen en todos. Relacionarnos con lo sagrado interno nos permitirá tener relaciones sagradas entre nosotros, con el medio, con el planeta, nos permitirá embellecer el mundo.


domingo, 31 de marzo de 2013

Tres grandes noticias sobre la espiritualidad (1)

"Revelación", fotografía de Delia Panpahoy, 2013.


La espiritualidad es agnóstica.

Agnosticismo es el reconocimiento de que a la verdad espiritual es imposible acceder por medio de las palabras o de la fe en lo que otros cuentan sobre Ella, depende pues exclusivamente de la experiencia íntima y personal de cada uno.

Por lo tanto, el agnóstico ni admite  creer  ni descreer en doctrinas porque deja en suspenso la creencia en lo espiritual hasta llegar a la consecución de esa experiencia.

Esto no convierte al agnóstico en un escéptico radical ni le lleva a vivir de espaldas al Ser espiritual. En cualquier momento el agnóstico puede decidirse a transitar por ese camino, observar doctrinas y técnicas para experimentarlas, pudiendo valorar qué verdades le son útiles para su propósito y cuales no.

Leer libros, escuchar devotamente a maestros, trabajar duramente en procesos aprendidos o dejarse llevar por mitos, rituales y simbolismos ajenos y fuera de la comprensión no es suficiente para acceder a la Experiencia.

Nadie es consciente de su Ser espiritual con la cabeza meramente llena de palabras sobre la espiritualidad, o fantasías elaboradas sobre esas palabras, o sobre acciones visualizadas pero no llevadas a la práctica. Nadie que se refleje en la palabrería o la fantasía espiritual propia o ajena se está poniendo en camino de acceder a la experiencia espiritual.

La persona que accede por su propia experiencia a la consciencia de su Ser espiritual solo es capaz de explicar su experiencia individual para animar a otros a buscar la suya, no para tratar de imponer a los demas el repetirla. El que instiga a los demas a vivir la experiencia espiritual de una forma rígida o inflexible, siguiendo unas determinadas pautas que se consideran infalibles, probablemente será una persona que carece de ese acercamiento a su Ser espiritual.

Quien llega a la experiencia espiritual desde el agnosticismo es capaz de observar con claridad los caminos, sentir con intuición dónde el Ser le lleva y elegir con intención impecable. Y hacer de su destello humilde una luz para todos.


viernes, 15 de febrero de 2013

¿Aceptamos el desafío?

"Invitación", fotografía de Delia Panpahoy, 2012.


Una consultante quería saber porque no se quedaba embarazada así que, como no tenía otros medios para abordar su caso, le leí el Tarot. La tirada de Arcanos me hacia intuir que había un complicado telón de fondo a nivel inconsciente para su problema, lo que me hizo sugerirle que introdujera cambios en su vida.

De pronto, la palabra CAMBIO se convirtió, como a menudo sucede, en la palabra fantasma y parecía que no había sido pronunciada.

"Si, muy bien, pero ¿para cuando me voy a quedar embarazada? Me dijeron que era por los anticonceptivos y que tenia que pasar un tiempo para recuperarme. ¿Me quedaré por fin este año?."

De pronto, el interés que esta mujer había manifestado por Conocer se desvanecía y dejaba su sitio a un ego incomodo, descontento y apresurado que todo lo quiere ya y consulta a "adivinos" para que le digan lo que quiere oir.

Me removí en el asiento, para que esas palabras no se adhirieran a mi propio ego y soltar la tentación de responderle en su mismo tono.

Invocando de corazón la Luz interna de la consultante, hablandole a su Ser que es el que no ofrece resistencias,, le dije esto:

"Será por los anticonceptivos, será por lo que sea, todo físicamente tiene una explicación, pero te estoy dando la explicación que reside en la sombra. Eso es lo que mueve los hilos de vuestra realidad, según he podido entender.

A mi, particularmente, atender lo que sucede en la sombra me parece muchísimo mas interesante, porque estas tratando el problema de fondo.

Es como si te duele la cabeza y te tomas una aspirina, el dolor se te quita pero no sabes cual es el problema que te ha provocado el dolor, así que puede que te duela otra vez.

No soy un adivino, ni juego a adivinar como hacen los que se llaman a sí mismos adivinos o videntes, lo cual es un juego muy peligroso. Me puedo aventurar a traer de mi intuición una fecha y decirte "en tanto tiempo te vas a quedar embarazada" pero eso no te va a servir de nada, tan solo vas a quedarte un rato tranquila.

Así que te digo de nuevo, toda dificultad en la vida tiene un mensaje y un regalo si descifras ese mensaje. El regalo, casi siempre, es un cambio de actitud. Desde aquí he intentado descifrar el mensaje, ahora el cambio de actitud corre por tu cuenta.

Medítalo, y te irá muy bien."

En este juego de las consultas y las respuestas nos arriesgamos a encontrarnos siempre, en la última vuelta con un Desafío. Con una propuesta para evolucionar. Es nuestra responsabilidad atenderlo desde el mismo momento que decidimos hacer la pregunta.



martes, 2 de octubre de 2012

¿Porqué me amas?


Nubes de emoción y pensamiento - Fotografía de Delia Govantes
Nubes de emoción y pensamiento - Fotografía de Delia Govantes

Preguntas que haces pero hablan de ti (2)



Si mas de una vez has preguntado a una pareja tuya "¿porqué me amas?" cabe la posibilidad de que sostengas la creencia, a un nivel consciente o inconsciente, de que el amor atiende a razones, que en el amor hay una lógica que se premia con este mismo amor.


Si eso fuera así lo más probable sería también que tú mismo albergues serias dudas sobre lo "razonablemente amable" que seas. Tus padres o las personas que te cuidaron te exigieron un comportamiento razonable, de acuerdo a sus preceptos y normas en los cuales residía toda lógica y razón. Según ellos.


Se esforzaron muchísimo en hacerte discernir lo que estaba bien y lo que estaba mal, pero curiosamente casi todo parecía siempre estar mal y poco bien.

Te prometieron su amor a cambio de hacer lo correcto, lo adecuado, lo que estaba bien, pero por mas que te esforzabas no lograbas sentir ese amor. A lo sumo te daban unas pocas palabras o una recompensa material, pero se resistían a entregar un amor que ellos mismos desconocían, alejado como estaba por sus barrotes mentales.

Te creíste malo o mala por eso. Te juzgaste según sus valores comparándote por la altura del premio obtenido.

Y aun hoy, cuando se te escapa entre bromas esa pregunta, mas allá de la curiosidad se halla la duda sobre si existen razones para amarte. O quizás, en tu vida cotidiana sobrevives sobreesforzándote para los demás, en una lucha inconsciente por acumular motivos convertibles en amor.

Si te sorprendes haciendo esa pregunta, dale la vuelta y dirígela hacia ti ¿porqué me amo? Si no entras en razonamientos, si cierras los ojos y te dejas sentir tu cuerpo vivo y palpitante, la energía infinita de tu corazón, te darás cuenta que la respuesta es simplemente "porque me amo".

El amor ES. Nada mas y nada menos. Está ahí, en ti y está en tu amante. En todos lados está siempre y es tan grande que no existe lógica, ley ni razón capaz de definirlo o domesticarlo, empaquetarlo o manipularlo.

Tu creencia, por insignificante que te parezca, te limita en el amor. Las razones que pides o las razones que das te apartan, como a tus antepasados, de la libertad de expresar el amor que llevas y de que todo el amor que te rodea se exprese a través de ti.

Date cuenta, libérate y déjate llevar por Él.

¿Tú me quieres?



Devoración - Dibujo digital de Delia Govantes
Devoración - Dibujo digital de Delia Govantes


Preguntas que haces pero hablan de ti (1)



Si eres capaz de sorprenderte a menudo preguntándole a tu pareja "¿tú me quieres?" es posible que en el fondo de ti haya una dependencia emocional a entrar en el juego de encontrarte en el trance de ser "el elegido" o la "elegida" como objeto de amor de otros.


Si esto es así probablemente hayas sentido en tu niñez el vacío de no ser atendido, de no ser el elegido o la elegida en un momento dado como destinatario de cariño o atenciones entre todos tus hermanos. O de pasar desapercibido por estar tus padres mas pendientes de ellos, ya fuera el uno del otro o de si mismos. O quizá el objeto de su atención y de su amor era prioritariamente sus adicciones a lo que fuera, desde el alcohol o el juego, hasta el trabajo o las distracciones.

Si esto te pasó en tu mas tierna infancia también es probable que en el colegio tampoco te eligieran. Te quedaras al margen, te sintieras un bicho raro mientras la sensación de vacío en tu corazón se hacía mas grande.

A consecuencia de esa emoción desarrollaste la creencia de ser insignificante, poca cosa, no merecedor o merecedora de la atención y el cariño ajenos.


Aun hoy, en cualquier momento en que la inseguridad se cuela por la puerta de atrás de la conciencia, ese vacío imaginario te da un pellizco y como de un resorte aparece la pregunta ¿tú me quieres?


Y eres capaz de repetir esa pregunta como un mantra, sin darte cuenta, pero precisamente para darte cuenta, para despertar de ese triste sueño.


Si el mantra hace su efecto y despiertas te darás cuenta que ese vacío es la ausencia de ti, absorto aún por el dolor del pasado. Si la sensación de corazón vacío se convirtió en tu creencia te darás cuenta que a menudo intentaste rellenarla con distracciones, obligaciones, adicciones porque jamás sentirás saciedad en ello. Sólo lo puedes llenar tú, acogiéndote, atendiéndote, apoyándote. 


Te conviertes en tu padre atento y cariñoso que no se deja llevar por preocupaciones o distracciones. Te conviertes en tu madre, relajada y siempre dispuesta a disfrutar, en absoluto estresada por el trabajo o las obligaciones. Te conviertes en tu amigo o en tu amiga siempre listos para descubrir nuevos mundos, tolerantes con las diferencias y ansiosos de compartir.


Y ahora ocupas ese vacío con todo tu Ser y de inmediato desaparece la necesidad, la inseguridad, la tristeza y surge con toda su luz la autentica voluntad de querer, segura y suave al mismo tiempo, junto a la verdadera posibilidad, la receptividad total de ser querido o querida.

lunes, 24 de septiembre de 2012

La vuelta obligada ha de ser necesaria




Autotrenato - Fotografía de Delia Goovantes
"Autoretrato". Fotografía de Delia Panpahoy, 2012


Te fuiste de casa, te alejaste de tu familia y ahora sientes como una contrariedad el deseo o la necesidad de volver. La Vida te lleva de nuevo a casa ¿Que hacer? 


El sentimiento de volver ya te indica que es el momento de cambiar tu forma de relacionarte con las personas y con la vida misma, empezando por tu familia. Los que se van normalmente dejan atrás problemas que no saben como resolver y sienten momentáneamente la liberación que proporciona la distancia. 

Pero tarde o temprano algo pasa que cruza en tu camino ese deseo o esa necesidad de emprender el retorno. Son las cuentas pendientes, aquellos problemas que no supiste resolver los que te están llamando en forma de sucesos, sensaciones, deseos, impulsos... 

Las cuentas pendientes saben que tu periplo te ha hecho madurar y que ahora ya estás preparado-a para enfrentarte a ellos, para saldar la cuenta, para quedar en paz. Te fuiste siendo un niño o una niña y ahora regresas para aprobar la revalida de ser un adulto. Pasado el examen la Vida te expedirá el pasaporte valido para cualquier destino que elijas, sin necesidad de volver.


sábado, 3 de marzo de 2012


Soy un arbolito plantado en el centro del universo,

con los brazos alzados y los dedos abiertos. 

Acaricio y me acarician todos lo vientos.

Arbolito Feliz. Delia Govantes, 2010

martes, 28 de junio de 2011