martes, 2 de abril de 2013

Tres grandes noticias sobre la espiritualidad (3)

"La Vida se abre camino", fotografía de Delia Panpahoy, 2013


La espiritualidad es libre y accesible (y además es gratis). 

La experiencia del Ser espiritual es única en cada uno de nosotros, porque sólo nosotros somos los que tenemos la llave para a
cceder a ella. Podemos leer libros, hacer cursos, seguir a determinados maestros o gurús, doctrinas, normas, escuelas, religiones, pero ninguno de ellos tiene la clave. Podrán darnos ideas a poner en práctica, actitudes, visiones, impulsos. Pero ninguno de ellos será suficiente si no hacemos el trabajo sobre nosotros mismos, si nos limitamos solo a escuchar, leer o esforzarnos con determinadas prácticas.

A la experiencia espiritual se llega desde el trabajo de observación de uno mismo, desde la desidentificación del ego. Se pueden comprar técnicas, pagar a maestros o buscar la compañía de ilustrados en la materia, pero la experiencia sólo surgirá de la voluntad que pongamos en liberarnos de las ataduras a una visión chata del mundo.

Esa voluntad es solo nuestra, no nos la otorga una enseñanza ni un maestro, no nace del esfuerzo sino del corazón,

Se pueden buscar y experimentar técnicas, visiones diferentes, explicaciones que nos convenzan. Teorías y maneras de llevarlas a la práctica. Es lícito comprarlas y pagar por ellas, claro que si. El que proporciona bienes a otros pone el precio que le parece justo, es el acuerdo al que hemos llegado para que funcione la sociedad y no hay nada que reprocharl, aunque los bienes sean intangibles y los logros espirituales.

A algunos el poco o mucho precio les parece despreciable y les gusta, además, pagar un sobreprecio en disciplina y sacrificio. Tampoco está mal, la disciplina y la constancia siempre mejoran nuestra visión, incluso si lo hacemos por haber heredado una creencia masoquista sobre la vida. Hay muchos caminos y todos hablan para quienes los eligen.

Pero lo que es completamente errado es pensar que ese precio que se paga, ya sea en dinero, en tiempo, en constancia, disciplina, esfuerzo o sacrificio, es la garantía del acceso a la experiencia del Ser.

Podemos hacer miles de cursos de todo tipo, leernos la biblioteca de Alejandría de la A ala Z, viajar incesantemente buscando todas las culturas y todos los maestros posibles,retorcer nuestro cuerpo hasta el limite del yoga perfecto, sentarnos a meditar delante de una pared día si y día también comiendo poco y durmiendo menos... Podemos perseverar en la impotencia. La cantidad de cosas externas que podemos hacer no sirven de nada si no aceptamos el compromiso, somos valientes y claros y nos adentramos en la profundidad de nuestro interior.

La experiencia del Ser es sencillamente accesible desde el compromiso, desde la valentía, desde la claridad. Algo que nadie ni nada nos lo va a dar, ni pagando todo el oro del mundo.

Compromiso con nuestro Corazón, con aquello que nos impulsa desde lo profundo a relacionarnos con el mundo y con la vida desde la Unidad y la Coherencia.

Valentía para saber que hay que dejar atrás toda esa manera de vivir atrapada en los miedos y la insatisfacción. Para dar un paso adelante hacia un mundo desconocido donde intuimos que todo es diferente y nos cuesta concebir.

Claridad para hacer que las viejas creencias, discursos y patrones mentales aprendidos se diluyan y permitan que aflore nuestra Esencia. Convencimiento para decir "esto ya no lo quiero". Para que nuestras intenciones provoquen el despertar de lo creativo, provoquen la magia.

Tu compromiso, tu valentía y tu claridad, aunque no lo creas, están siempre ahí.

Tu compromiso, tu valentía y tu voluntad pertenecen al Ser igual que la vida que se abre paso por cualquier rincón ante nuestros ojos está llena, en cada latido, de compromiso, libertad y claridad . Ese poder está ahí siempre y te pertenece.

Acceder a ello ya es una primera experiencia espiritual. Te estás dejando conducir por tu Ser.

Sólo depende de ti.


Y además es gratis.


lunes, 1 de abril de 2013

Tres grandes noticias sobre la espiritualidad (2)


"Solo camino con Todo", fotografía de Delia Panpahoy, 2013.

La espiritualidad es laica. 

El laicismo consiste en mantener la independencia de las instituciones religiosas. Las instituciones religiosas, las distintas Iglesias y confesiones del mundo son organizaciones que se han construido para ejercer un poder. Este poder puede ser meramente moral y social o  o a menudo también cultural, económico y político.  Aunque han nacido al amparo de las experiencias espirituales de grandes hombres del pasado (Lao Tse, Buda, Cristo, Mahoma, Shankara, etc.) su intención no ha sido facilitar la experiencia espiritual del pueblo, sino regular y legislar la moral y las costumbres de acuerdo a unas enseñanzas que en mucho o en poco han terminado por ser malinterpretadas para adecuarlas a su ejercicio de poder.

La principal causa de la malinterpretación es que los lideres religiosos en su mayoría no han accedido a vivir su propia experiencia espiritual, sino que se han quedado en lo externo, en las palabras, en el mito. Esa superficialidad ha permitido adecuar determinadas enseñanzas espirituales al deseo de poder y control sobre las masas.

Aun así en cada gran confesión han perdurado escuelas mas o menos minoritarias que proponen una vía hacia la experiencia espiritual. Tales son el misticismo cristiano, el sufismo islámico, el zen  budista, el vedanta advaita hindú o la cábala judía (y otras muchas). Estas escuelas han podido sobrevivir al inmenso poder de las religiones porque en mayor o menor medida se han sometido a la rigidez normativa de la institución respectiva en la que están encuadradas.

Cualquiera que esté en camino de vivir su propia experiencia espiritual puede optar por vivirla siguiendo alguna de estas escuelas, y muchos de ellos se sentirán seguros y cómodos en sus preceptos un tanto rígidos. Con el tiempo algunos de ellos accederán a vivir su experiencia espiritual siguiendo esos caminos que en muchos casos recurren a una normativa severa, a una disciplina estricta y a una fe determinada sobre  visiones del mundo y observación de dogmas que provienen de la interpretación de sus maestros. Son caminos aun válidos para la experiencia, pero surgieron en otras épocas, en otros momentos distintos de la evolución de nuestra conciencia. Es por eso que sus normas, su disciplina y sus dogmas pueden ser disonantes con nuestro tiempo actual y resultar estériles para muchos que se aventuren a buscar su senda en dichas escuelas.

La buena noticia es que la espiritualidad es laica, no depende de determinadas normas ni dogmas, ni de lideres religiosos ni maestros. En la época de la información tenemos la capacidad de absorber todas las perspectivas y crear nuestra perspectiva propia.

Si admitimos que somos un vehiculo del Ser, entonces nuestro cuerpo es nuestro templo y nuestra visión conjugada con nuestra intención y nuestro amor puede ser nuestra Iglesia.  De este modo nuestra conciencia al honrar a lo divino, en su templo y en su Iglesia se convierte en el sacerdote que oficia cada día en el mundo y hacia el mundo. Y nada tiene que ver eso con una visión egocéntrica de la realidad, al contrario, se trata de aceptar que lo divino, lo Esencial, ocupa el centro de todas las personas y las cosas. 

Cada uno es sacerdote, templo, Iglesia y Dios y todos somos lo mismo. Cada uno sigue su camino en solitario, pero todos los caminos confluyen en todos. Relacionarnos con lo sagrado interno nos permitirá tener relaciones sagradas entre nosotros, con el medio, con el planeta, nos permitirá embellecer el mundo.


domingo, 31 de marzo de 2013

Tres grandes noticias sobre la espiritualidad (1)

"Revelación", fotografía de Delia Panpahoy, 2013.


La espiritualidad es agnóstica.

Agnosticismo es el reconocimiento de que a la verdad espiritual es imposible acceder por medio de las palabras o de la fe en lo que otros cuentan sobre Ella, depende pues exclusivamente de la experiencia íntima y personal de cada uno.

Por lo tanto, el agnóstico ni admite  creer  ni descreer en doctrinas porque deja en suspenso la creencia en lo espiritual hasta llegar a la consecución de esa experiencia.

Esto no convierte al agnóstico en un escéptico radical ni le lleva a vivir de espaldas al Ser espiritual. En cualquier momento el agnóstico puede decidirse a transitar por ese camino, observar doctrinas y técnicas para experimentarlas, pudiendo valorar qué verdades le son útiles para su propósito y cuales no.

Leer libros, escuchar devotamente a maestros, trabajar duramente en procesos aprendidos o dejarse llevar por mitos, rituales y simbolismos ajenos y fuera de la comprensión no es suficiente para acceder a la Experiencia.

Nadie es consciente de su Ser espiritual con la cabeza meramente llena de palabras sobre la espiritualidad, o fantasías elaboradas sobre esas palabras, o sobre acciones visualizadas pero no llevadas a la práctica. Nadie que se refleje en la palabrería o la fantasía espiritual propia o ajena se está poniendo en camino de acceder a la experiencia espiritual.

La persona que accede por su propia experiencia a la consciencia de su Ser espiritual solo es capaz de explicar su experiencia individual para animar a otros a buscar la suya, no para tratar de imponer a los demas el repetirla. El que instiga a los demas a vivir la experiencia espiritual de una forma rígida o inflexible, siguiendo unas determinadas pautas que se consideran infalibles, probablemente será una persona que carece de ese acercamiento a su Ser espiritual.

Quien llega a la experiencia espiritual desde el agnosticismo es capaz de observar con claridad los caminos, sentir con intuición dónde el Ser le lleva y elegir con intención impecable. Y hacer de su destello humilde una luz para todos.


viernes, 15 de febrero de 2013

¿Aceptamos el desafío?

"Invitación", fotografía de Delia Panpahoy, 2012.


Una consultante quería saber porque no se quedaba embarazada así que, como no tenía otros medios para abordar su caso, le leí el Tarot. La tirada de Arcanos me hacia intuir que había un complicado telón de fondo a nivel inconsciente para su problema, lo que me hizo sugerirle que introdujera cambios en su vida.

De pronto, la palabra CAMBIO se convirtió, como a menudo sucede, en la palabra fantasma y parecía que no había sido pronunciada.

"Si, muy bien, pero ¿para cuando me voy a quedar embarazada? Me dijeron que era por los anticonceptivos y que tenia que pasar un tiempo para recuperarme. ¿Me quedaré por fin este año?."

De pronto, el interés que esta mujer había manifestado por Conocer se desvanecía y dejaba su sitio a un ego incomodo, descontento y apresurado que todo lo quiere ya y consulta a "adivinos" para que le digan lo que quiere oir.

Me removí en el asiento, para que esas palabras no se adhirieran a mi propio ego y soltar la tentación de responderle en su mismo tono.

Invocando de corazón la Luz interna de la consultante, hablandole a su Ser que es el que no ofrece resistencias,, le dije esto:

"Será por los anticonceptivos, será por lo que sea, todo físicamente tiene una explicación, pero te estoy dando la explicación que reside en la sombra. Eso es lo que mueve los hilos de vuestra realidad, según he podido entender.

A mi, particularmente, atender lo que sucede en la sombra me parece muchísimo mas interesante, porque estas tratando el problema de fondo.

Es como si te duele la cabeza y te tomas una aspirina, el dolor se te quita pero no sabes cual es el problema que te ha provocado el dolor, así que puede que te duela otra vez.

No soy un adivino, ni juego a adivinar como hacen los que se llaman a sí mismos adivinos o videntes, lo cual es un juego muy peligroso. Me puedo aventurar a traer de mi intuición una fecha y decirte "en tanto tiempo te vas a quedar embarazada" pero eso no te va a servir de nada, tan solo vas a quedarte un rato tranquila.

Así que te digo de nuevo, toda dificultad en la vida tiene un mensaje y un regalo si descifras ese mensaje. El regalo, casi siempre, es un cambio de actitud. Desde aquí he intentado descifrar el mensaje, ahora el cambio de actitud corre por tu cuenta.

Medítalo, y te irá muy bien."

En este juego de las consultas y las respuestas nos arriesgamos a encontrarnos siempre, en la última vuelta con un Desafío. Con una propuesta para evolucionar. Es nuestra responsabilidad atenderlo desde el mismo momento que decidimos hacer la pregunta.



lunes, 11 de febrero de 2013

¿Un amor para SIEMPRE?.

"Proyectándonos", fotografía de Delia Panpahoy, 2011.



Muchas mujeres, también bastantes hombres, sueñan o aspiran a tener una relación sentimental que sea “la definitiva”. Buscan un amor “para siempre”, siguiendo a pies juntillas y sin apenas darse cuenta, la enajenación colectiva que han creado las formulas religiosas ( “¿juras amar y respetar y tal y tal... HASTA QUE LA MUERTE OS SEPARE?”, “que lo que Dios ha unido NO LO SEPARE el hombre”, etc.) o, peor aun, los cuentos de hadas ( “y se amaron y vivieron felices PARA SIEMPRE”).

Las personas que se empeñan en conseguir un amor perdurable no se dan cuenta que su empeño lo que realmente produce es el efecto contrario y se van embarcando consecutivamente en relaciones que fracasan acorto o medio plazo.

Cuando uno está en esa búsqueda es casi seguro que en su infancia ha vivido dentro de una familia cuyos padres no se profesaban un verdadero amor, a veces ni siquiera respeto, y en muchas ocasiones puede que terminaran separados.

Mientras tanto uno ha estado recibiendo esos mensajes insistentes sobre la creencia emocional y religiosa en un amor eterno a través de la información cultural que consumimos en libros, películas o series televisivas, participando en juegos infantiles que reproducían esos patrones culturales o en las ceremonias y ritos religiosos de propios y extraños, compartiendo con las personas que se embarcan en esos ritos su emoción por estar dando el paso hacia el verdadero y eterno amor.

Finalmente uno termina convencido de que ese amor debe de existir, que es moral e infinitamente superior al amor que uno ha conocido por dentro de su familia y que encontrarlo va a ser lo que finalmente cicatrice las viejas heridas. Elevamos abierta o secretamente ese amor a nuestro altar, lo convertimos en prioridad y en objeto de suma importancia.

No nos damos cuenta de que todo lo que tiene que ver con la importancia es un vano objetivo de nuestro ego y que esa importancia es directamente proporcional a las dificultades que vamos a encontrar en la vida para conseguir eso.

Para colmo, es probable, que nuestra personalidad y el yo ideal que queremos proyectar, esté imbuido de importancia y seriedad mientras que nuestra naturaleza mas esencial sea mucho mas sencilla, despreocupada o simplemente libre y abierta a la experiencia sin mas.

El caso es que la que nos inspiró en escribir este articulo fue una consultante anónima que escribió para pedirnos consejo para que la relación que había comenzado con un hombre mayor que ella fuese perdurable. En concreto, y después de darnos las fechas de nacimiento de ambos, nos preguntaba si veíamos o creíamos que existiera alguna posibilidad de llegar a algo “serio” ,o en términos generales, que qué le recomendaría para tener éxito en el amor, ya que afirmaba no haberlo tenido hasta la fecha y le gustaría tener una relación "seria y duradera" y “para siempre”.

Para empezar. El hecho de que quisiera embarcarse en una relación con un hombre 15 años mayor que ella eso ya nos dice que hay algo de la relación que esta mujer tuvo con su padre que desea proyectar en esta relación de pareja para ser sanado. La mayoría de las veces lo que muchas mujeres buscan sanar en sus relaciones de pareja es haber tenido un padre ausente, en todo o en parte.

Según vimos en los arquetipos que la representaban a ella (están todos en su fecha de nacimiento) su ego estaba imbuido de seriedad y solemnidad mientras que su naturaleza esencial estaba mas predispuesta a seguir los impulsos y disfrutar de la experiencia. Y en él se daba una mezcla parecida que lo podía hacer o bien una persona inconstante y huidiza, un hombre ausente a la medida de ella si se dejaba llevar por el ego o se podría mostrar como una persona luminosa y muy presente si discurría por lo esencial de si.

De este modo, con apenas intercambiar unas cuantas palabras y unos datos mínimos, podíamos intuir en que tipo de relación se estaba incluyendo esta chica y como la cosa podría derivar a reproducir “el fracaso” primero que hubiera tenido con su papá o bien terminar de sanarlo encontrando una nueva actitud.

¿Qué consejo podríamos darle? Evidentemente, todo lo que sobraba en este contexto, vista su demanda y las consideraciones previas, era la “importancia” . Así que le dimos una recomendación que cualquiera podría tomar en cuenta para que su amor sea duradero:

Dejad de tomaros la vida tan en serio y comenzad a preocuparos por disfrutar de lo que tenéis ahora, siguiendo los impulsos del corazón. Vivid siempre en el presente, como si cada día fuera único. Eso os hará ETERNOS.

No sabemos nada mas de ella, solo que el consejo le pareció excelente. Pongámonos nosotros a apoyarla aplicándolo del mismo modo a nuestras relaciones. Desprendamonos de la Importancia de nuestros egos, de nuestros deseos insatisfechos, disfrutemos de lo que nos une, porque lo que nos separa es solo una ficción basada en un fantasma del pasado.