Este sábado hemos tenido el privilegio de abrir nuestra casa y se ha llenado de amigos. Amigos antiguos y nuevos, compañeros de camino, encuentros afortunados de almas que se reúnen de corazón para celebrar, agradecer y compartir juntos. Este sábado nuestra casa ha sido un hogar común, un espacio de fiesta y Re-Unión, como un sólo corazón latiendo al unísono, con serenidad y armonía. Así pasamos el día, ReciBienDando, compartiendo cada cual lo mejor de sí, alegría, intimidad, dones, sonrisas, deliciosas comidas, abrazos... Y ese corazón común que sentimos latir todo el día y resonar en la maravillosa tierra que nos sustenta, se materializó finalmente a través de las manos de nuestra maravillosa chamana, Rosa Gómez Pitera y su Tambor Sagrado que nos elevó a través de la noche a espacios llenos de luz y de armonía, creando un canal de luz y de sanación hacia la tierra. Sólo nos queda agradecer, por tanto recibido, por tanto compartido.